Por Alonso Zago
“Existió un mundo del que no he hablado…”, así inicia la saga de los Guerreros Celestiales, “Los Tres Guardianes”, una historia que ha empezado a cautivar a los lectores aventureros.
Han pasado algunos años desde la derrota de las aves en Kanaria, tiempo durante el cual hemos tenido oportunidad de adentrarnos en las Leyendas de los Moradores del Camino: Aquilae, Vennskap y Reptilicón, que si bien, no son necesarias para leer este segundo libro, sí nos aportan datos interesantes de los personajes entre la primera entrega y la segunda de esta saga. Es más, el autor se ha puesto un reto personal: que este libro es, como tal, una historia que no necesitaría la lectura previa del primer libro, pero sí buscaría despertar el interés en los lectores para que acudan a las historias previas.
Ahora nos encontramos con Pénril, el lobo; Yiza, la guerrera humana; y Yacaré, el cocodrilo, como jóvenes aprendices que serán los protagonistas de esta historia. A ellos, se suma un cuarto guerrero: Locus, un Goro que proviene del continente helado de Tzool. Los Goros son seres que tienen la cabeza de color amarillo y el cuerpo verde. Locus es un ser despistado e inocente, cuya lucha interna será divertida y cargada de emoción.
Lo mismo sucederá con Pénril, Yiza y Yacaré. Todos forman parte de una encomienda mucho mayor. Pero también tienen batallas propias que librar: Pénril, el lobo, tendrá que definir sus sentimientos y su inclinación natural hacia la oscuridad de la Joya. Yiza, por su parte, es poseedora de un poder superior, quizá, al de sus compañeros, pero debe aprender muchas cosas aún. Y Yacaré, quien tendrá que liar con la culpa que lo ha acosado desde que fue derrotado en los pantanos por su antiguo maestro, Áspid, la cobra.
¿Y qué decir del hormigo Válmik? Un personaje al que ya los lectores empiezan a querer por sus características, representadas atinadamente en la ilustración de portada del primer libro, creación del artista gráfico Fernando Gil.
Válmik sabe que Báliak está equivocado y que debe ser salvado; para ello, los guerreros tendrían que atravesar por pruebas y desafíos que los abrumarán a lo largo de la historia.
Ahora no hay saltos cuánticos en el tiempo. Nos enfrentamos a una narración lineal pero llena de emociones que te atraparán sin duda. Porque los guerreros se encontrarán con personajes interesantes, que dejarán la puerta abierta para lo que es la tercera y última entrega de esta saga: La Joya de Barlak.
Querido lector, los Guerreros Celestiales y los clanes de Nueva Lemuria necesitan de ti. ¡Tú formas parte de esta aventura!